Teorías de Pablorov (parte 1)

Pues a la cuestión de cómo me ha cambiado la vida “TOK” sería difícil definir, ya que no sé con certeza como hubiese reaccionado ante un mismo evento antes o después de presenciar dichas clases (además que es no lo puedo comprobar). También el tiempo y otros eventos repercuten en mi persona, provocando que sea difícil distinguir en ocasiones como un evento cambia mi vida en particular, aunque en definitiva, cada evento tiene un efecto en el curso de la existencia propia y de los demás. Creo que haber recibido las clases de TOK me han ayudado a madurar un poco, pues al darme cuenta que nadie posé la verdad y que vivimos en un mundo de conceptos cuestionables, reflexiono antes de imponer mi lógica en alguien más o al defender la mía con más énfasis pues puede ser tan válida como la de cualquier otro, ya que en mi percepción la verdad absoluta no existe, por supuesto no son apreciables aquellas afirmaciones totalmente ilógicas…. ¿o sí?


Lunes 14 de Enero(primer día): me acuerdo que venía comentando en la escalera que yo conocía a la “profe” que nos iba a impartir clase ya que yo había sido su becario con anterioridad, pero nunca me imagine encontrarme con la maestra Edith, la verdad me dio gusto volver a verla y que aparte fuera otra vez nuestra profesora, en fin después de los besos y abrazos dio inicio la clase, comentamos un poco de los conceptos que habíamos aprendido en el curso de pasado de TOK, cuando los mencionaban se me venía a la mente algunas clases y algunas pláticas medias “fumadas” que he tenido con Jordi y Rednar, y reflexiones que he hecho acerca del mundo y de mi mismo, muchas de ellas(si no es que todas) sin una conclusión, en verdad la clase se pasó muy rápido, pero me fui con la seguridad que este curso será uno de mis favoritos.
Martes 15 de Enero: la profe anotó en el pizarrón algunas preguntar que suelen hacer siempre los maestros nuevos: nombre, color favorito, lo que me gusta y no me gusta y un dibujo que nos definiera, pensé un poco y opté por el remolino ya que no se sabe con seguridad su dirección y esta depende del punto de vista de cada quien, por esta y otras razones me identifico con el dicho trazo, después nos repartió unas hojas con preguntas, al echarles un vistazo pensé que serían sencillas por una fracción de segundo…luego recordé en que clase estaba xD. La gran incógnita se puso ante mí “¿quién soy?”, hice un esfuerzo por poder contestar esta y las demás, una de las que más me gusto fue, la de “¿qué se necesita para cambiar como persona?”(era algo por el estilo) y me imagine a diferentes personas contestando la pregunta, como a una chica “fresa” diciendo que la ropa, los amigos, la forma de hablar, o a un empresario exitoso, como la cantidad de bienes o cosas así y me di cuenta que probablemente todos tengan una parte de la verdad en su pensamiento. Mi respuesta sobre que somos me pareció lógica: ser el producto de diversas circunstancias casuales que han tomado forma en el espacio y tiempo y que además tiene la capacidad de pensar y que sufre un constante cambio debido a su entorno y a otros productos (seres vivos). La clase finalizo y ya teníamos tarea, tallar nuestro trazo en una piedra plana, con la restricción de no poder usar metal…fue hasta cuando estuve en mi casa que me pregunte y ¿por qué no metal? Divague por las respuestas más simples, como el hecho que el metal afilado es peligroso, o el que la profe nos quería hacer sufrir jaja xD o otras respuestas más complejas, que tal vez nos puso esta restricción para ver cómo podemos encontrar diversas formas de resolver un problema, o la que pienso más abstracta, porque quería que nos cuestionáramos sobre el motivo de esa restricción, en fin me di cuenta como una cosa tan simple, puede convertirse en una pregunta tan difícil de responder.
Jueves 17 de Enero: volvimos a recordar algunos conceptos del círculo, y esta vez tratamos de responder la cuestión de ¿Quién soy yo? a base de diferentes opiniones mientras la profe nos exponía algunos pensamientos de filósofos, yo tenía mi propio concepto y algunos se empezaban a crear en mi mente a causa de la reflexión, pero tenía algo de incertidumbre en expresar mi opinión porque al fin y al cabo, ¿quién es poseedor de la verdad?, o si en verdad tenía la razón ¿quién podría asegurármelo?, noté que algunos de mis compañeros defendían su idea con mucho ánimo como si estuvieran muy seguros de sus bases, pero me di cuenta que tanto sus conceptos como los míos se balancean sobre una cuerda floja tanto, que muy fácil podrían caer, pero en fin es mejor tener algo en que creer que nada, bueno eso pienso. Se terminó la clase y sabía que esa pregunta iba a estar rondando en mi pensamiento por mucho tiempo, toda mi vida... posiblemente.